Tras este llanto
te llamo madre
soy una niña,
aún soy una niña
no te marches,
no he crecido.
En reclamo
esta mujer
que ya es madre
Y estas manos,
que hoy te buscan
y no sienten
la calidez profunda
de la caricia
en las mañanas
de la reprimenda
de mujer sabia
Este mi dolor,
se vuelve egoísta
no te vayas,
mi alma grita
¡Ven, vuelve,
cobija a esta hija
una vez más!
ante aquel abismo
Se me van las lágrimas
al verte allí
serena y bella
el soplo de la vida
diluyéndose
entre sombras
La sonrisa
de cada día
hoy se siente
perdida
Adiós, Madre
Adiós, vida
El llanto recorre
su cauce
en mis mejillas
en busca
de consuelo
cuando llegó
el indeseado
duelo
¡Señor has extendido tu mano
para alcanzar la de mi bella dama
serena avanza tras tu llamado!
¡en un beso nos ha dicho que marcha!
que la vida esperada, ha comenzado